Según Einstein no se podían resolver los problemas con los mismos pensamientos que se usaron para crearlos. Siguiendo dicha afirmación era necesario que para afrontar los problemas actuales se tuviera que innovar.
En este contexto surgen los creativos, personas capaces de romper con los esquemas, creadores de empresas que cuentan con un equipo y un líder que ya no sigue las normas del pasado. Ya no es el administrador el que ha creado grandes marcas y crea empresas que han repercutido a nivel mundial. Si tan solo se echa una mirada a los emporios, son programadores o diseñadores los que lideran (o co-lideran) los grandes negocios (Facebook, Spotify) y es que han sido capaces de crear o reinventar productos que generan valor, que son atractivos para los usuarios y por supuesto, que escapan de lo convencional.
Lo que aquellos han creado es lo que hoy en día se conoce como economía naranja y que el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) describe como: “el conjunto de actividades que de modo encadenado permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad”.
¿Por qué es importante la economía naranja?
Para tener una idea de su importancia es inevitable hablar de cifras. En 2012 los ingresos producidos mundialmente por la economía naranja superaban los 547,000 millones. En cuanto a fuerza laboral, la economía naranja supera a la de la industria automotriz de las grandes potencias.
El surgimiento de esta economía ha permitido, desde su aparición, generar empleo a más de 29,5 millones de trabajadores. Como se puede notar, a partir de las métricas, la economía naranja es positiva ya que genera valor y riquezas, abre nuevos puestos de empleo y por si fuera poco, genera impacto social. Vale agregar que, según las últimas cifras del BID, la economía naranja representa el 6.1% del PBI Mundial.
¿Cómo se ha desarrollado la economía naranja?
Los creativos se dieron cuenta de que el mundo les planteaba nuevos desafíos y empezaron a desarrollar ideas desde una perspectiva diferentes. Así empezaron a surgir diferentes emprendimientos que partían de nuevos caminos con el fin de innovar. Los emprendimientos que fueron abriéndose camino eran capaces de adaptarse, transformarse y formarse a partir de equipos multidisciplinarios que les permitieron ofrecer una solución diferente, incluso en campos donde la innovación se creía impensable.
Si sigue la línea de desarrollo de la economía naranja, las habilidades de quienes aspiren a puestos laborales dentro de aquella, tienen que seguir evolucionando, así la creatividad, de aquí a un par de años, será uno de los talentos que tendrá mayor valor. Habilidades como el manejo de personas y la flexibilidad cognitiva también serán necesarias en el perfil de los nuevos profesionales.
La economía naranja en América Latina
Dentro del territorio latinoamericano la economía naranja ha tenido un crecimiento importante, no obstante estas aún son bajas en contraste con el resto del mundo. Entre los países latinos que más han crecido en esta economía se encuentra Brasil, seguido de México. En el caso de Perú la diferencia con Brasil es notoria ya que Perú aporta menos del 10% de lo que genera Brasil a la economía naranja.