Actualmente hay muy buenos profesionales especializados en redes sociales, headhunting, outplacement, marca personal, selección y otras actividades que engloban a tareas técnicas de conseguir el “trabajo soñado” ¿Pero es suficiente la aplicación del conocimiento técnico? Algunas veces sí, pero otras veces no; ya que el conseguir un buen trabajo no sólo enmarca el conocimiento técnico del especialista, también se debe de generar un mayor proceso de auto-conocimiento del interesado y el desarrollo de su capacidad adaptativa en la organización.
El especialista no va a trabajar por la persona, pero en el coaching podemos elevar el nivel de autoconciencia y la capacidad adaptativa del ejecutivo, generando el paso a paso para encontrar el trabajo ideal y sobre todo, generar un plan de acción que sea sostenible en el tiempo.
A continuación paso a nombrar nuevos beneficios (nombrados en el paso a paso) de llevar un proceso de coaching de recolocación y/o desarrollo de carrera:
- Transparencia del futuro: las empresas invierten tiempo y recursos en aterrizar e implementar un plan estratégico que al cabo de un tiempo conlleven a la consecución de sus objetivos; es decir, deciden dónde quieren llegar, trazan el camino y se ponen en acción. Esta práctica es clave para definir el futuro laboral de cada persona; dado que permite efectivizar la estrategia de búsqueda alineando tu visión como profesional y permitiendo identificar que es aquello a lo que te quieres dedicar. Pregúntate ¿Qué es lo que quiero lograr como profesional? ¿Qué me apasiona? ¿Cuáles son mis talentos y experiencia?¿Cómo me veo a futuro?
- Identifica el rubro: teniendo claro lo que se quiere, prepara una lista de empresas por su cultura, rubro de negocio, proyección de crecimiento, etc.; que se aproximen a tu visión de futuro. Empresas de selección y hunting podrán potenciar tu proceso, mapéalas y contáctalas proactivamente.
- Identifica el perfil: define el puesto al cual postular, lee detenidamente las competencias y requerimientos que señalan como esenciales y utilízalos en tu CV.
- Compréndete: analiza y sincera tus fortalezas y habilidades para hacer aquello en lo que te has planteado trabajar. Identifica las amenazas y debilidades de tu perfil según el puesto de interés y trabájalas hasta que estén acorde con los requisitos de tu trabajo ideal. Entre más te conozcas, más oportunidades tendrás de gestionar tus puntos débiles, sea compensándolos con otras habilidades, capacitándote o trazando planes de acción para fortalecerlas.
- Busca estabilidad: si cuentas con un trabajo y quieres cambiarlo no tomes la decisión impulsivamente o como consecuencia de una etapa compleja. Evita decisiones que te lleven de puesto en puesto, la experiencia en diversas empresas y culturas es valorado; sin embargo, percibir inestabilidad juega en contra.
- Evalúa costo/beneficio: analiza el nivel de ingresos que deseas obtener en todo nivel; súmale a la remuneración económica el valor añadido de todos los beneficios percibidos (bonos, clima laboral, beneficios, etc.); a ello súmale lo que para ti vale el riesgo de dejar un puesto estable. Tener el mapa completo te ayudará a decidir si el trabajo es realmente el ideal.
- Reconoce el Puesto: en la entrevista interésate sobre la cultura de la empresa, el motivo de la vacante y/o el estilo de liderazgo del que sería tu jefe para que puedas argumentar con mayor efectividad.
- Responde con honestidad: aunque no todas las respuestas sean positivas para ti, los entrevistadores perciben cuando hablas pero no dices nada. Ten en mente situaciones de éxitos, pero también momentos en los que has cometido errores, seguramente querrán saber qué lecciones aprendiste de ello.
- Desarrollo y desarrollo: construye tu capital intelectual, crece de la experiencia propia y de equipos. Aumenta tu atractivo profesional. Principalmente, cree en ti y en tu talento y con ello ponte en acción pues solo la acción trae resultados. ¡Éxito en tu búsqueda del trabajo ideal!
Y tú ¿te animas para iniciar tu proceso de desarrollo personal?